Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


miércoles, 12 de octubre de 2011

EL CUERPO DEL LIBRO

Manolo Gallardo: Onanismo Angelical





Llegaste a mí  como una pluma callejeando en la brisa
y con mucho tacto
te guardé entre los pliegues de mi cuerpo,
como quien guarda la pluma
entre las hojas de un libro que le gusta
Ahora
en la cama vacía
desnuda entre lúbricas sábanas
me hojeo
Mis dedos se deslizan por el lomo y las cubiertas
hasta el dobladillo
(y con ellos descoso la bastilla)
Las páginas
se encrespan
(mi líquido cuerpo se escupe en olas)
y se agitan en un vértigo de pájaros blancos
Vuelvo a encontrarte
entre las asonancias de un poema
que recito en el envés de la noche solitaria

martes, 11 de octubre de 2011

NOCHE DE RONDA

For Schiele by Katerina Belkina





Cargar con el peso de tu corazón en mi pecho
y que cada uno de tus latidos me deslome
Que la furia de tu sangre me abra las venas
Que tus heridas caigan en lluvia de estigmas sobre mi cuerpo
Que se me derramen los ojos por tu piel
en un mar de hojas secas








Conjúgame a mordiscos
Haz de esta noche un epitafio
Borra mi sexo de remotos amantes

Yo te bautizaré
en las aguas de mi cuerpo
Y al gritar tu nombre
un océano de pájaros negros
anegará el cielo con sus alas
y el sol nadará en el olvido

Sólo cuando me lo pidas
auparé el día hasta la ventana
y tal como viniste
te dejaré partir…







Te armo y te desarmo con palabras
hasta que te vuelvo poema
Y en él hallo el cáliz de tu cuerpo
y sus liturgias



lunes, 10 de octubre de 2011

PIEL EN TRES CARICIAS

Imágenes: Sarah Folkman




Tu piel
es la deriva
del mar sin etiquetas de mi cuerpo
Su tacto                  
el evanescente deambular de una nube
que se esfuma entre mis manos de cielo
(Toda caricia es tan en los bordes. Tan desde las antípodas….)
Su fiebre
la ciénaga a la que van a enterrarse mis besos
Su estremecer
la cuerda floja que mis pies tañen sobre el abismo
Su humedad
las escamas con las que improviso un disfraz de (en)cantadora sirena


Todo es piel
en el redil de esta noche
(Apenas se escucha el balido de las estrellas)
Todo es piel que miente
y se vive caleidoscopio entre las sábanas
martilleando figuras de luces y sombras
como estampas que cuelgan de la cama
Piel hecatombe
Piel altar
Sobre ella sacrificamos los cien bueyes del yo
por la inconsistente sustancia del nosotros
Para más tarde
en silencio
cada uno regresar a su carne
con el rostro acuñado por la derrota
 


Pero antes de que nos desgajemos
ponle clavos a esta última caricia
en las antípodas yemas de mis dedos





viernes, 30 de septiembre de 2011

PRIMAVERA,VERANO, OTOÑO, INVIERNO....Y PRIMAVERA


Imagen de la película de Kim ki-duk de la que tomé prestado el título




PRIMAVERA


Llené mi cuenco con el primer verdor
y en él
fuiste el viento cálido
que engendra la anémona



VERANO


Desmigas mi corazón
“mequierenomequiere”
Shhhhhhhhh
Aguardamos con los pies descalzos en una plegaria
Silencio
Rompe la ola del beso
en espuma violenta
sobre la arena de nuestras bocas
A su compás
bailan los columpios en los parques
marejadas de niños se elevan hacia el sol
piececitos violetas lo bombardean de patadas
inofensivas
y de juguete
Se desternillan los zapatos
con los cordones sin atar
 




OTOÑO

El otoño se desliza por las estrías de la hoja
Estremecimiento en la espina dorsal
Las ropas caen
Nos ponemos las pieles del revés
Bosques sin pudor
nos descosemos el uno al otro
las costuras





INVIERNO


Calcetamos un par de alas para que el amor vuele
y regrese a nosotros en copos de nieve




Y....PRIMAVERA


Tú y yo
nos amamos con el zumbido de la abeja
Es tiempo de amor
Es tiempo de milagro




jueves, 29 de septiembre de 2011

O CARBALLO COME PEDRAS(versión en español)








Muchos años atrás, cuando la Isla de Cortegada no estaba tapizada de verde y de laurel. Cuando aún no habían llegado los hombres a construir sus casas para años más tarde abandonarlas. Y sólo el cielo observaba como ésta se dejaba acunar, mansa, en el regazo del Atlántico, quien le susurraba una nana. En esos tiempos-como decía-justo en el corazón de la isla, un solitario roble recitaba sus  penas tanto hacia el sol como hacia la luna.


Ay! de mí que estoy sólo

y tengo ojos

para ver

enfrente de mí

al pueblo de Carril

rebosante de árboles

rebosante de pájaros

rebosante de gentes

Y tengo orejas para escuchar

sus  risas

sus cantos

Pero tengo raíces

en vez de pies

Y tengo ramas

en vez de brazos

Para nadar esa distancia

que nos separa

Tan cerca

Tan lejos

Ay, ay!!!

Y pasaron décadas de afilar el tiempo en soledad. Mugiendo una tristeza que le arrancaba escalofríos a las piedras, mientras las noches eran más oscuras, porque las estrellas se negaban a asomarse, heridas de pena. Y cuando lo hacían sus lágrimas resbalaban por las mejillas del cielo, semejantes a perseidas. Incluso la luna decidió ponerse de espaldas y por primera vez nos mostró su cara oculta. Aunque en la tierra los hombres embotados en sus cosas parecían no darse de cuenta, porque cierto es que, a pesar de tanta mistificación, los hombres muy de vez en cuando se paran a mirar el rostro de la luna.

Llegó un día en el que las rocas-por cuyas espaldas, como ya dijimos, se deslizaban escalofríos de tanto escuchar los lamentos del roble-decidieron acercarse hasta él, para preguntarle el motivo de su pena, darle lo pésame y otras formalidades sociales. Porque, como toda la naturaleza sabe, las piedras disfrutan de observar la cortesía, y la única ley de urbanidad para la que están ciegas es aquella de apartarse del camino cuando alguien pasa. Pero eso ya son cosas de la Sra Gravedad.


El caso es que las piedras se acercaron al roble, cuidadosas, y en fila india. Iban encabezadas por la más longeva, quien, debido a una ley no escrita pero por todas acatada, se erigió en portavoz.

-¿Qué le ocurre estimado vecino, que desde el lugar que ocupamos, y a pesar de nuestra discreción natural, no podemos evitar escuchar sus lamentos?

-Estoy solo…. (suspiro. Suspiro. Suspiro….)

-Eso no es así. Estamos nosotras que contamos mucho más de dos docenas.

-Pero- anteponiendo todos mis respetos-, no sois otra cosa que piedras y como tal siempre estáis tan impertérritas y calladas, que casi me muero del susto cuando os habéis acercado. No puedes ni imaginar con que fuerza me latió el corazón cuando me percaté de que abrías la boca para saludarme.

-De acuerdo, se puede decir que generalmente no estamos muy activas, pero es que vivimos tantos años que nuestro ritmo vital y muy, muy, muy leeeento-dijo la piedra con su voz cavernosa-. Sólo en contadas ocasiones, si lo decidimos, podemos igualar nuestro ritmo a vuestro ritmo de seres mortales…. Pero, también están las olas del mar que cuando se sienten felices se pasan el día saltando y dibujando volteretas. Saludando con esos hermosos paños blancos de espuma. No me digas que no escuchas sus risas infantiles, como migas de pan señalando el camino para volver a casa. Y sus cánticos salados que le sonrojan las mejillas hasta la mismísima luna.

-Pero sólo se divierten entre ellas y ni siquiera se dignan a acercarse hasta aquí para refrescar mis ramas en su piel efervescente. Que bajo el sol del verano tendrían el cielo ganado se lo hubiesen hecho. Y pienso que esto que no sería poca cosa porque para mí que esas ya le vendieron su alma al diablo en cambio de tanta desvergonzada belleza.

-Están los peces del mar

- Pero los peces pasan el día rebuznando

-Creo que anda errado, vecino…

-No, no. Que tengo razón

-Bien duro de mollera es este roble- pensó el parlamentario-Y luego hablan de las piedras….

-Están las estrellas del cielo

-Pero no saben cantar

-Y la luna…

-Se pasa la noche mirándose en el mar como sí fuera un espejo. Menuda narcisista!!!!

-¿Y el sol?

-Está todo el día peinándose


-Permítame decirle que es usted un poco exigente estimado vecino


- Tampoco pido tanto….Sólo quiero escuchar las risas del viento carcajeándose entre las hojas de otros árboles. Y el canto de los pájaros alzándose desde el escenario de las ramas de mis vecinos. Que mi sombra se encuentre a lo largo del día con la sombra de otros robles, y se besen en los labios, y se atusen los bigotes. Que las hojas de otros árboles, próximos a mí, si conviertan en un refugio bien fresco para los días de la canícula. Que los rayos del sol se reflejen en las gotas de rocío sobre las hojas de millares de árboles, y se eleven hacia el cielo como un cántico de sirenas matutinas….

-¡Basta, basta!, exclamó la piedra. Creo que ya le entiendo. Supongo que la superficie de esta isla parecería una calvorota si la observáramos desde más altura, pero nosotras, como padecemos de vértigo, vivimos a ras del suelo.


-Y que voy a hacer entonces (lamento. …lamento….) Viviré lustros, décadas, siglos y siempre soloooooo. Casi sería mejor que me partiera un relámpago


-No dramatice vecino. La cosa es bien sencilla


-¿?


-Chicas, deliberemos-dijo la piedra que de entre todas llevaba la batuta


Y las piedras se apertaron, con las cabezas juntas y gachas, y los brazos por encima de los hombros de las otras. Y de esta guisa comenzaron a murmurar…. Después de un tiempo asomó la cabeza de la piedra que se había erigido en portavoz, y, desmigándose del grupo, se acercó al roble.

-Su problema es de bien fácil solución para nosotras. Y como somos muchas y la mayor parte ya vivimos montones de años como piedras, no nos importa sacrificarnos para que sea un poquito más feliz.

-Perdone vecino, pero no le entiendo..

-No hace falta. Déjelo en nuestras manos. Sólo tiene que hacer lo que yo le diga. Pero debe saber una cosa. Acerque su oreja que no quiero que me escuchen el mar, ni los peces.

El roble cogió la piedra entre sus manos y la arrimó a su oreja. Del diálogo que tuvieron sólo podemos transcribir una última frase que no sabemos de qué modo apareció en la Isla de Pascua, escrita en una hoja, que tras procurarle una indigestión, fue vomitada por una botella. “Las piedras no somos lo que semejamos, shhhhhhhh”


Y- suponemos que siguiendo las instrucciones de la piedra- el roble la tomó y la metió en su boca, para luego escupirla unos metros, hacia el este, dibujando un parábola de trapecista. Al posarse la piedra, como era de suponer, prorrumpió en un golpe seco contra al suelo, para en seguida ponerse a temblar, como si padeciera el baile de san vito. En el instante siguiente la piedra comenzó a crecer, mudando los colores de su piel. Comenzaron a brotarle numerosos brazos que en realidad no eran brazos sino ramas, en las que pronto comenzaron a brotar unas hojas verdes y hermosas, palpitantes de vida.


El roble prorrumpió en aclamaciones de entusiasmo, y en seguida cogió otra de las piedras que se amontonaban con las manos levantadas de voluntarias, gritando: A mí, a mí!!. Metió otra en la boca y la escupió. Al instante un pajarito dorado salió volando para posarse en el árbol vecino y comenzar a cantar. La siguiente vez una víbora se deslizó por su garganta, para asomar luego por la boca con dos ojos como carbunclos. Para luego bajar por  el tronco del roble haciéndole unas cosquillas que se moría de la risa.

Y así surgieron los laureles, las alfombras de hierba, los tréboles de cuatro hojas y los cojos. Las corrientes de aire se deslizaban por los labios de los árboles como se fueran armónicas, surgiendo de ellas lo mismo sonido hechizante, tanto que las víboras se pusieron a bailar colgadas de los árboles con la cabeza para abajo. E innumerables milagros que hicieron de la Isla de Cortegada la eclosión que actualmente es.


Suponemos que el Carballo es hoy feliz con todos esos seres queridos alrededor suyo. También suponemos-y con esto no queremos lo reprenderle- que es un árbol insaciable. Porque, aún hoy en día, podemos verlo con un par de piedras metidas en su boca. No podemos evitar preguntarnos qué nuevo milagro tendrá lugar. Árbol, ciempiés, mariposa, tojo, gaviota, colibrí….Sólo el tiempo tiene la palabra. Lamentablemente nosotros nunca lo sabremos. No podemos olvidar que el ritmo vital de los árboles y de las piedras no se rige por los mismos parámetros que el de las personas. Es mucho más leeeeeento


CICLO DE LA LLUVIA

Imagen: Sophie Thouvenin




Precipitaciones

Llueve, y en cada una de esas gotas el cielo se suicida.
El cuerpo calado, violado de lluvia.
Poblada de pequeños edenes, en cada uno vuela un ángel iridiscente
que ya nunca se ganará sus alas




Evaporación


Me desnudas la ropa mojada
como a una niña
me frotas con la toalla y el pelo en torbellino
lo mismo que mamá tras el baño de los sábados
Y de igual modo, yo me dejo hacer
Huelo a castañas asadas,  la goma de mis katiuskas
De repente el mundo es fácil
un pez en la red de nuestro abrazo




Condensación


Apuntalar la noche caída
con nuestros cuerpos
Amordazar al viento insilenciable
Desorientar la penumbra con la luz de una caricia
Almacenar en nuestras pieles
palabras que emulen a los pájaros
y luego
echarlas a volar








Triste se puso la lluvia
al ver tantos paraguas…



miércoles, 28 de septiembre de 2011

GOTEO






Nudillos de agua apremian el cristal de esta noche
corro hacia ti manchada de deseo





Ven a mí como lluvia de verano
y vete
Olvidado sobre mi cuerpo
olor a tierra mojada





Vísteme de agua
Resbala sobre mi piel una y otra vez
Y luego dejémonos secar al sol






Fui lluvia sobre ti
y en la tierra caliza de tu cuerpo
germinó una flor blanca





Llenémonos como copas hasta arriba
Y luego
el uno contra el otro
brindemos