Mientras camino
voy perdiendo
los zapatos
Empeñados
en caerse
Y convertirme
en Cenicienta
Miro hacia atrás
y no veo príncipe alguno
calzándose mis pasos
Pienso seriamente
en reprender al dependiente
Pues le dije bien clarito
que nada
de zapatos románticos
Trato de fijarlos
nuevamente
a mis pies
pero
ajenos a mi voluntad
vuelven a caer
Todavía no han sonado
las doce
Digo
Por qué habría yo
de querer ser Cenicienta
Para siempre
deudora de mis vástagos
Poseedora de título
nunca tendré reino
Además para ser Cenicienta
hay que dormir infinitas noches
en un lecho de cenizas
El mío siempre ha sido
mullido
calentito
lúbrico
Yo tengo vocación
de princesa del guisante