The womb of my madness de Paolo Franco Orlando
Tu cuerpo cayó sobre mí en lluvia serena. Cristal desnudo en la intemperie de la noche, sentí el agua deslizándose, desgranando luminarias sobre la piel. Y a la vez, lejana, escuchaba el repiquetear de las gotas, y trataba de penetrar el misterio insondable de tus manos- por momentos, al amar me desdoblo, y me cuelgo del techo como una cometa sin carrete-. Tú hacías música sobre mí, y en algún lugar que siempre estuvo seco brotó la voz de un arroyo. En otro lugar también murió una mariposa, resquebrajada por el retumbar de tu sexo en el mío, como la quilla de un galeón que embiste desmembrando la ola. Después de la fina lluvia hacemos de nuestro lecho un mar en el que nos sumergimos, para emerger a su superficie unidos ventralmente, del mismo modo que lo hacen en su cópula las ballenas jorobadas. ¿Cuánta belleza puede existir a la vez en el mundo? ¿Cuánta felicidad? ¿Cuánto dolor? Quizás mientras nuestra animalidad retoza, la luna derrama una lágrima plateada. Quizás este viejo planeta no pueda sostener el peso de muchos corazones inflamados como el nuestro. Quizás ni siquiera sobreviva al calor de nuestros dos corazones incendiándose. Y, por eso mismo, todo esto no hubo de ser más que un sueño. Aunque ahora corra ciega hasta el lavabo, a lavarme las lagañas del sexo en torno a los ojos.... Es locura, pero sí, que no estemos juntos quizás sea un acto de supervivencia de este viejo mundo. Y en nombre de ésta ¿a cuántos amantes habrá separado????