Hay noches
en las que me aferro
con fuerza a la almohada
y la domino
a mordiscos
Mi boca enmudece
atragantada de plumas
y mis dientes
visten la sangre
del pájaro muerto
Es enfermizo
que cuando me tocas
mi piel se esquirle
en palabras
y que mis silencios
te arranquen los ojos
niño ciego
Que se conviertan
en dados
en manos del
azar
y al estrellarse
contra la verde
piel del tapiz
arranquen siempre
un número muerto
Blog sobre libros donde voy dejando mis lecturas de poesía, novela y cualquier texto literario que me haya interesado, para extender la conversación que mantenemos con los libros durante la lectura.
Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.
Juan Ramón Jiménez
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lunes, 21 de marzo de 2011
jueves, 17 de marzo de 2011
CANTO AL HERMANO PERDIDO
Murió en mi lecho
y como alguien dijo después
aquel día lloraron hasta las piedras
Yo le había prestado mi lecho de hermana
Para que no tuviera frío
Para que no estuviera solo
Para que leyera libros en las noches en blanco
mientras el agua estriaba las paredes
y el aliento de la muerte acechaba tras las ventanas
imprimiendo funestos caracteres en el cristal
Tras el ataud
escrito en el envés de sus párpados
pude leer
Que eternamente tuvo frío
Que finalmente murió solo
Que habían rasgado el libro de la noche
Hicimos astillas con la cama
Prendimos con ellas una hoguera
y avivamos el fuego con nuestras lágrimas
Al amanecer
barrimos las cenizas con la escoba
y le rogamos al viento que se las llevara
Lejos
Hay días en los que sentimos como sopla
saturado de humo
y como alguien dijo después
aquel día lloraron hasta las piedras
Yo le había prestado mi lecho de hermana
Para que no tuviera frío
Para que no estuviera solo
Para que leyera libros en las noches en blanco
mientras el agua estriaba las paredes
y el aliento de la muerte acechaba tras las ventanas
imprimiendo funestos caracteres en el cristal
Tras el ataud
escrito en el envés de sus párpados
pude leer
Que eternamente tuvo frío
Que finalmente murió solo
Que habían rasgado el libro de la noche
Hicimos astillas con la cama
Prendimos con ellas una hoguera
y avivamos el fuego con nuestras lágrimas
Al amanecer
barrimos las cenizas con la escoba
y le rogamos al viento que se las llevara
Lejos
Hay días en los que sentimos como sopla
saturado de humo
viernes, 4 de marzo de 2011
Pensamientos ridículos
¿Existe algo más indefenso que un cadáver?
A veces imagino formas ridículas de morir
Por ejemplo doy un traspiés en la ducha
Y mi cuerpo cae
inerte
con todo el peso de mi carne de piedra
Los senos se descolgarán
cada uno hacia su costado
y los pliegues de mi vientre
recordarán al bandoneón de Piazzola.
Otras veces sueño que muero
de una muerte violenta
una explosión
por ejemplo
y mis miembros
son esparcidos
al calor de la noche
Entonces alguien los recoge
Enumera
Y los va metiendo en una bolsa negra
Pero antes un reportero
Los filmará con su cámara
Y tras una relación minuciosa
Y pormenorizada del accidente que me costó la vida
Las imágenes de mi cuerpo
Mutilado
Engrosarán las filas de la posteridad
En la muerte
¿Quién nos defenderá de la televisión?
A veces imagino formas ridículas de morir
Por ejemplo doy un traspiés en la ducha
Y mi cuerpo cae
inerte
con todo el peso de mi carne de piedra
Los senos se descolgarán
cada uno hacia su costado
y los pliegues de mi vientre
recordarán al bandoneón de Piazzola.
Otras veces sueño que muero
de una muerte violenta
una explosión
por ejemplo
y mis miembros
son esparcidos
al calor de la noche
Entonces alguien los recoge
Enumera
Y los va metiendo en una bolsa negra
Pero antes un reportero
Los filmará con su cámara
Y tras una relación minuciosa
Y pormenorizada del accidente que me costó la vida
Las imágenes de mi cuerpo
Mutilado
Engrosarán las filas de la posteridad
En la muerte
¿Quién nos defenderá de la televisión?
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