A Amanecer Nocturno porque este texto surgió de la siguiente entrada en su blog avecesnosolohaynegroenlosdiasciegos
Sabio el viento se elige ciego,
anteponiendo el ensueño del tacto
a la evidencia de la imagen
Ciego, confía su paso al lazarillo del corazón
e hincha con la sangre de cada capilar
la vela mayor
sin importar que tal gesto
irrigue destino a ninguna parte
Sabio el viento que orquesta el color del mundo en la
caricia
a cuyo diapasón
enjarcia bajel de hojas doradas,
enjarcia bajel de hojas doradas,
sombra vegetal de esas aves
que recogen con sus alas el telón azul del cielo
e inauguran la plúmbica escenografía del otoño
Dejo olvidadas mis pupilas
flotando en un vaso sobre la mesa de noche
y deletreo con los dedos la membrana
la rugosidad
la caída
de una de esas hojas que el viento vació del árbol
y que sustraigo amorosamente al aleteo de un libro de poemas
Taquigrafío lento
con la minuciosidad del que se sabe mapeando el alma de un pájaro
y, sustancia de viento,
poniendo en este tránsito de yemas
la piel del alma mía