nada nos curará
del espanto de nacer
nada
nadie
de toda esta carne
alrededor de su éxodo
no
nada nos curará
de la daga de una esperanza
templándose en el pecho
del gesto que desempolva el ala
de la propensión del pájaro
a cantar
no hay cura ni consuelo
para la belleza
es sólo un padecimiento
hecho de muertes