Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


lunes, 15 de julio de 2013

jueves, 11 de julio de 2013

DOS DIVAGACIONES



Cosas que me recuerdan a cosas

En mi soledad no hay más que peces arremolinados, cercándome. Por eso me pongo una escafandra, y los peces se estrellan contra el cristal igual que insectos contra el parabrisas cuando viajamos por la autopista y vamos enumerando las muescas, como a los enemigos caídos en una batalla. A mi me apena cuando conectas el limpia y todas esas marcas esparcidas se amalgaman en un pegote informe, que  se resiste a desaparecer.  Pienso que ese es el modo en que actúa la muerte. Despojándonos de nuestra individualidad nos engrosa en la madeja de los que ya no están.... El paisaje se torna turbio. Nuestros ojos discurren perpendiculares al viento. Se clavan en él como un sueño inmisericorde. El viento sangra. Su estado natural es la hemorragia. Y yo voy atesorándolo en coágulos que mis manitas blandas introducen en tu boca. Atraídos por la gravedad de tu corazón se tornan sus satélites. 


Con un pie en otro lado

A veces pienso que la distancia no es una mera cuestión de espacio. El uno enfrente al otro, y tengo la sensación de que nos damos la espalda. Te pido por favor que me arranques de este vacío en el que habito, pero debo parecerme demasiado al chimpancé que hace señales desde su jaula. Los peces vuelven a cercarme...Es irritante este nunca estar del todo. Este vivir con un pie del otro lado. Pero ese otro lado no es ni lugar, ni casa. Es una región donde no se proyecta mi sombra. Por el contrario, tu cuerpo es ese espacio que me concreta. La silueta de la que una vez me desmoldaron. Me acuno en él como la hojita que, después de un tiempo a la deriva, de pronto se queda varada en un meandro. Hasta que una corriente la desliga y por el río vuelve a errar, extrañando nuevamente su pasado en la rama.
 

martes, 9 de julio de 2013

viernes, 5 de julio de 2013

DEMENCIAS



Costado abierto en mi demencia
la noche
La estrella a la que siendo niña
pedí un deseo
brilla de ferocidad
-un cuerpo es el síntoma de una fiebre-

Te ciño un sexo
y suelto a los perros
de mi sangre

Te ciño un sexo 
para invocarme grito
-¿cómo se purga el animal sino gritando?-

Te ciño un sexo 
como quien peina los cabellos
a la muñeca de su locura
le pone bonitos vestidos
vela su inocencia hasta dormir

martes, 2 de julio de 2013

INSUFICIENCIA DE LAS MANOS



Las manos escuálidas no sostienen
la desmesura de los ojos del niño
mirando desde su hambre sin edad

Las manos extendidas
como un diagrama de la indigencia
lo devastado
lo lírico

Los cielos parirán al unísono todas sus estrellas
que caerán ante nosotros
como vulgares rocas

El barco de papel se hundirá
en la acuosidad de la pupila

Las manos
portarán un corazón diezmado por el viento
un órgano de arena
en el que el latido descubre el hueso blanco

El fósil en la columna del desierto
es un remanente del mar

la mano en el gesto de llevárselo a la oreja
entre los dedos una pátina de sal
sobre la palma el surco exacto de un llanto