Las manos escuálidas no sostienen
la desmesura de los ojos del niño
mirando desde su hambre sin edad
Las manos extendidas
como un diagrama de la indigencia
lo devastado
lo lírico
Los cielos parirán al unísono todas sus estrellas
que caerán ante nosotros
como vulgares rocas
El barco de papel se hundirá
en la acuosidad de la pupila
Las manos
portarán un corazón diezmado por el viento
un órgano de arena
en el que el latido descubre el hueso blanco
El fósil en la columna del desierto
es un remanente del mar
la mano en el gesto de llevárselo a la oreja
entre los dedos una pátina de sal
sobre la palma el surco exacto de un llanto