Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


miércoles, 10 de abril de 2013

MUJER ARDIDA










La veo arder al sacrificio del poema,
narciso ennegrecido
entre llamas azules.

Como una de esas mujeres
que expían una culpa
que es de todos,
ella se inmola en la palabra.

Satura el aire el olor de su carne quemada,

mi cuerpo convulso,
la náusea.

Un grito abre el cielo
con su pico de pájaro

¿qué clase de augurio manifiesta
la articulación del pánico?

Nubes de moscas revolotean estos ojos,

como en las cuencas vaciadas de un cadáver
hacen noche.

“Mujer ardida,
me señalan desde tu pira
cada una de mis muertes”

el tallo es cuerpo adentro,
la flor se abre sin presunción de ser mirada.

martes, 2 de abril de 2013

UN POEMA EN SOMBRA Y OTRO EN TRANSPARENCIA








DE COMO EL AMOR ES TERRITORIO DE SOMBRAS



No amo tanto tu luz
como tu sombra.
La piel que naces al deslizarte sobre mí,
sobre las cosas,
el nido de oscuridad en tus ojos
al replegarte.

Sombra,
acaecer del árbol
en el cuerpo de la hierba,
urdimbre que a su vez
es desalojo.

El puente transcurre tan ajeno a la tierra
que lo contiguo es ese gesto
que de luz se descalza.
Amor es la variable
que tu sombra a la deriva de mi sombra
determina.








DE COMO UNA JAULA NO ES MENOS JAULA PORQUE NO LA VEAMOS



Confié en tu transparencia
y como pájaro
golpeé insistentemente
el cristal
mientras buscaba un acceso

Ciego es el que se encomienda a sus ojos
cuando puede orientar sus alas
hacia ese lugar por donde transcurre el aire

lunes, 25 de marzo de 2013

UN NO POEMA




"que mi devastación me pertenezca,
porque la pérdida es parte de lo dado."
Cómo nadar al estilo mariposa  de Mariel Manrique



cuando la brisa cesa
y sus flacos dedos
ya no articulan
la brizna de hierba de lo que se llama
“adentro”
cuando no respiramos otra cosa
que la atmósfera
opresiva
y martilleante
de la casa cerrada
y enmohecida
en la que nos hemos convertido
cuando la lágrima ya no es secreción viviente
sino el pronunciamiento del surco
de lo que alguna vez lloramos

podemos aferrarnos al cadáver
y buscar en los ojos del muerto
los restos de transparencia
de lo que en su día fue luz

aun a sabiendas  de que el lugar del sueño
es ese interregno de sombra tras el globo ocular
y que al apretar con fuerza los párpados
ensayamos la ficción
de que la noche más oscura
puede resucitarse de estrellas

o por el contrario aceptarnos derrumbe
y reducirnos a latencia bajo el escombro

hasta que como la flor
nos abramos de nuevo a la vida
con el gesto de aquello
que ya no se contiene

jueves, 21 de marzo de 2013

LA ZANJA

Sphinx Kiss de Franz Von Stuck





Esta entrada surgió al leer el último poema de Lila Biscia en su blog Esa afuera de mí, así que va para ella...





La mujer
su cuerpo zanjado en un poema
al que llaman carencia

Un hombre se clava en el lugar de ella
para curarse el éxodo

A la mujer nadie cura

su animal la escarba sin tregua
y va formando a su lado
un montoncito con la tierra sobrante

Hay días en los que no hay piel
sólo zanja

la mujer la mide con sus dedos
y cuanto más la mide
más la ahonda
pero es ahí
en la grieta abriéndose en otra grieta
donde la mujer se restituye


El lugar preciso del que mana un viento
que se llevará consigo el montoncito de tierra
y lo dispersará
junto con las flores que sobre los campos
asomarán
en próximas primaveras


Sphinx de Franz Von Stuck