Decapitó la flor
tras hacer esto
victorioso
sostuvo contra la luz que lo jaleaba
la cabeza de revueltos pétalos
pero vino el viento
que de un soplido le arrebató su trofeo
uno a uno
los pétalos fueron reagrupándose
sobre el regazo maternal de la hierba
quedó un único ejemplar
rosa
todavía resplandeciente
tembló entre su pulgar y su índice
he ahí que al contemplarlo
el verdugo tuvo un primer atisbo de humanidad
y lo dejó caer en aquel lugar
en el que juntos habían sido flor
después dándole la espalda a la luz
se sentó a escribir un poema