Como amante, la soledad torna
mi lecho en túmulo
laboriosa, cincela epitafio
en mármol de sábanas blancas
Ven
dispútame a la soledad,
arráncame al ataúd de su abrazo
Escarba con tu lengua
retira
toda esta tierra que me llena la boca
e impide decir
Cura con tu aliento
mi asfixia
Pica la losa que cubre,
ahuyenta al frío que entumece,
traduce en movimiento mi esclerosis,
y devuélvele la voz al corazón
Sacrifica para ello
en mi altar
el canto de un pájaro
blanco
Pon tu cuerpo sobre el mío
envuélveme como útero
del que caer a la vida
-cae conmigo-