Decimos soledad al borde del camino, donde hallamos un único
árbol. Olvidamos que un árbol es un bosque de ramas viajando hacia la luz. En
su estar anclado a la tierra nunca cesa de fluir, y es la demostración de la
movilidad de lo vivo, aunque el movimiento sea muchas veces interior e
imperceptible. Apenas vibración. Pero donde ahora hay silencio, antes se
suspendió la nota. Miro la tierra bajo mis pies, todavía húmeda y me pregunto
hacia dónde tienden sus raíces. Simpatía de agua. Los soñadores somos aquellos
en los que se confunden raíces y ramas. Tenemos las ramas cargadas de agua, y
las raíces llenas de sol. Es en nuestros subterráneos donde se maquina el
espasmo de la estrella. Y aunque no lo parezca, basta que yo me siente al borde
del camino, para que él venga a sentarse a mi lado. La misma marca oscura en
los ojos. Reconocimiento. Nos comunicamos con un lenguaje de piel, a pesar de
ni tocarnos. Él mira esa luz que trenza los cabellos del árbol. Sus ojos
iluminan la oscuridad para un niño que tiene miedo en la noche. Acompasa en su
gesto el crecer de la hierba. Si no me equivoco el amor es esto. Y si me
equivoco apenas tendrá importancia. A veces siento que la vida no es más que un
acto de fe. Fe, esa palabra tan manida que se adjudican para sí las religiones.
Yo tengo fe en la corteza del árbol, coloco mi palma izquierda sobre ella y la
siento respirar. Ese aliento del árbol insufla vida a mi mano. El corazón late
pájaros que echan a volar por mi boca. Él me mira con ojos de tierra que brillan
bajo una pátina de rocío, el alma de una emoción. En él también tengo fe. Hombre
de pocas palabras, su existencia es pura música. El árbol es música. Sus músicas
me envuelven, mi cuerpo vegetal respira. Tierna y en eclosión, soy. Mujer
musgosa solapándose al hombre de tierra, reptando el tronco del árbol. Ellos
me respiran. Árbol, hombre y mujer, en armonía, rompen la quietud vibrando al
unísono el arpa del aire.
Blog sobre libros donde voy dejando mis lecturas de poesía, novela y cualquier texto literario que me haya interesado, para extender la conversación que mantenemos con los libros durante la lectura.
Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.
Juan Ramón Jiménez
martes, 29 de mayo de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
PEQUEÑAS ELUCUBRACIONES
Abrían sus brazos para trazar puentes,
pero emergían muros. Se enviaban besos como mariposas, estampándose con sus
alas desplegadas contra la imperturbable roca. Sus caricias caían fulminadas
como pájaros al impacto del cristal. Recogían sus cuerpecillos todavía tibios,
y los depositaban en exiguos túmulos que luego decoraban con ramitas de
arbusto y las hojas cobrizas que se desprendían del tocado del viento. Las
colocaban con mimo, imitando la disposición de las estrellas en las que
arropaban su cuerpos al llegar la noche. Les dieron el nombre de poemas.
A ti,
Quizás el poema nace de un
intento de comunicación frustrado, del beso roto, de la cáscara vacía del amor
que echó a volar. De los brazos del frío envolviéndonos en la mañana de nuestro
nacimiento. “El frío es tan silencioso, su voz en nada se parece al latido de
tu corazón, madre”. Del oxígeno ensartándose dolorosamente en nuestro primer
aliento, en un traumático paso hacia nuestros pulmones. Escribimos como peces
que boquean espasmódicamente para agarrarse a la vida. Escribimos con nuestro
primer llanto. Nuestras letras son puro instinto de supervivencia. Nacimos
solos y moriremos solos. La vida es el lapso entre esas dos soledades. Escribimos
para el olvido, o el exorcismo. Escribimos como quien tiende puentes a la
espera de que el otro recorra el camino desde su propio lado. Por la mera
posibilidad de que esto suceda, aunque nunca sepamos. Te escribo a ti, por
todas esas razones que tú ya sabes y que a veces finges no saber. Por todas
esas razones que se resumen en una. A ti que a veces te sientes como una mera
excusa para mi escritura, pero tú mejor que nadie deberías saber que vida y
escritura son para nosotros como las aguas de un río confundiéndose con las del
mar en la desembocadura. ¿Cómo separarlas?. Escribo aquello que podría decir
con un suspiro, un balbuceo, una carcajada, o una mirada(pero no, no puedo).Escribo
desnudez porque no tengo pudor en la palabra. Escribo amor mientras mi sangre
fluye. Y mientras escribo soy viento, lluvia, mar, tu pelo negro. Escribo para alcanzar esa comunión del sueño cuando me leas.
jueves, 24 de mayo de 2012
FESTEJOS
A mis amigas Bego, y Marta, y para mí misma porque cuando estamos juntas nos festejamos. Por cierto, aceptaré cualquier penitencia que me sea impuesta por haber usurpado el verso de Walt Whitman
En el curso del ciclo lunar
el cuerpo de mujer
cae en otoño
El árbol femenino
pierde hojas,
retornando al estado larval
Se le vuelve la carne
del revés,
viste su útero
como un bolsillo por fuera
Esos días
-por los siglos de los siglos-
camina encorvada
bajo el peso de la sospecha:
vida y muerte confluyen
en la sangre que ella mana
Y YO RECLAMO
mi cuerpo de mujer
PRIMAVERA
Porción de tierra
que en surco se abre,
la nombro latencia,
podría clamar brote
Y YO ME CELEBRO:
Celebro mi cuerpo y sus estados,
agua en la naturaleza
estado líquido,
sólido,
gaseoso
Celebro el cuerpo del hombre
sea cuenco,
abrazo,
nube migradora de lluvias
Celebro
la continuidad de la vida
de la que mi cuerpo es
perfecta metáfora
miércoles, 23 de mayo de 2012
LA PARTIDA
La imagen la tomé de aquí Naranja Bleue
Como el sol
atravesando celosías
visto con mi luz
tu piel de sombra
Dos cuerpos ajedrezados
conforman un tablero
por el que se impone
nuestro espíritu combativo,
siempre en guardia
siempre en guardia
Peones abren el juego
con estrategia de caricias,
las torres secundan
a mandobles de besos,
alfiles avanzan
en oblicuas de deseo,
y caballos cabalgan
con la heroicidad de la sangre
Pero es mi reina
en libertad de movimientos
quien irrumpe
con su talante temerario y belicoso
para cambiar el designio de esta partida
Y ya no retrocederá
a pesar de las heridas
ni del plomo incandescente hendiendo su carne,
hasta que tus ejércitos
caigan en su celada
y al fin derribe victoriosa
a tu absolutista y arrogante
rey negro
lunes, 21 de mayo de 2012
ESTAMPA DE LLUVIA
Imagen sustraída de la red. Desconozco autor.
He de ser yo, pero hoy llueve puro amor en las calles. Hace
calor y el cielo nos sonríe gotas frescas sobre la cara. Me regenero victoriosa
como la flor a la que le faltaba un milímetro de sequedad para mustiarse. De igual modo mis labios inánimes recuperan
el color a cada pincelada de tu saliva. A veces parece que vivimos en un mundo
de ocres, o de grises, y existen casos de personas que se constituyen en un
mundo de sepias. No hay cosa que me cause mayor melancolía que la gente
sepia. Y es curioso, porque de vez en cuando
me planteo si la gente sepia en realidad lamentará su situación. Seguramente el
hecho de mencionarles esa tristeza que me invade al verles despertaría su
hilaridad, y quizás alguna que otra impertinencia. Pero cuando me los encuentro
yo sólo deseo que caiga una lluvia como esta de hoy y les dé brillo con su vivo
barniz. Del mismo modo tonto con el que acostumbro a dejar caer alguna pregunta
de la que no busco respuesta, te cuestiono: ¿qué es lo que la gente teme del
agua? Para quitarles el miedo podría escribir que cuando llueve los árboles del
cielo se despojan de sus hojas. Gritar que cada charco es la piel del
firmamento que se escama. O definir las gotas que golpean el cristal como la
luz de las estrellas lejanas, condensada y líquida. Las veo brillar sobre tu pelo
y es como si te hubiese coronado una galaxia. A veces también me gusta pensar
que esta lluvia que cae llegó hasta mí atravesando océanos, y tiene su origen
en lugares lejanos. Quizás esta lluvia que me moja es la misma que hace un
tiempo despertó de su sueño a las flores rezagadas en el balcón de mi amiga. O
si me apuras quizás es la misma que hace unos días se deslizaba por la nuca del
hombre del sueño, y en este preciso momento sobre mi piel prolonga una caricia
que se augura más allá del tiempo y de la distancia. Lo que quiero decir-si es
que quiero decir algo, porque sencillamente lo único que estoy haciendo es
tirar y tirar de uno de esos hilos que a veces cuelgan del aire-es que esta
lluvia es puro amor, y que bajo sus húmedas enaguas se circunscriben de igual
modo árboles, hombres, gatos y mares. Y
ante mis ojos y en ella veo renovarse ese mundo que a veces es ocre, otras
gris, y, lamentablemente, de vez en cuando sepia. Y como por milagro todo es de un intenso y
vívido color lluvia. Y, de un modo extraño, todo “es” más…
miércoles, 16 de mayo de 2012
ÁNIMAS
Animas de Nuria Meseguer
Cuando el amor te rompe los dientes
en sus ansias por salir
y despegar
-alguien te hurtó la piel
y la viste
y la camina con un andar
que desconoces-
Cuando son tus alas
las que siembran cielos
y las colinas se apagan
al cerrarse tus ojos
Cuando ya no hay voz
sino en la lluvia
y trastabilla sobre tu cuerpo
la espuma de los mares
Cuando ya no eres en otro lugar
que en ese temblor
que estremece la hierba,
y bailas como hoja tierna
amarrada a la cintura de los vientos
Cuando todos los versos
se resumen en
“querer”
y tu lengua
es un barco a la deriva
en la quimera de atracar
al puerto de su boca
Cuando cada noche
cuentas del corazón
las vértebras
y en el lapso entre dos latidos
acunas una estrella
Es entonces
cuando sin comprender
cuando sin comprender
“sabes”
que ese amor que te desdienta
es la natural sinergia
entre las cosas vivas
martes, 15 de mayo de 2012
CANCIÓN DEL ALBA
Hoy rescato este poema de hace tiempo para mi Andre, porque cuando lo escribí no sabía que hablaba de ella....
La flor
apenas sabía gran cosa del mundo
Su única certeza
era el peso de aquella gota de rocío
que al alba amanecía sobre sus pétalos
La flor
sabía de amor
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