Abrían sus brazos para trazar puentes,
pero emergían muros. Se enviaban besos como mariposas, estampándose con sus
alas desplegadas contra la imperturbable roca. Sus caricias caían fulminadas
como pájaros al impacto del cristal. Recogían sus cuerpecillos todavía tibios,
y los depositaban en exiguos túmulos que luego decoraban con ramitas de
arbusto y las hojas cobrizas que se desprendían del tocado del viento. Las
colocaban con mimo, imitando la disposición de las estrellas en las que
arropaban su cuerpos al llegar la noche. Les dieron el nombre de poemas.
A ti,
Quizás el poema nace de un
intento de comunicación frustrado, del beso roto, de la cáscara vacía del amor
que echó a volar. De los brazos del frío envolviéndonos en la mañana de nuestro
nacimiento. “El frío es tan silencioso, su voz en nada se parece al latido de
tu corazón, madre”. Del oxígeno ensartándose dolorosamente en nuestro primer
aliento, en un traumático paso hacia nuestros pulmones. Escribimos como peces
que boquean espasmódicamente para agarrarse a la vida. Escribimos con nuestro
primer llanto. Nuestras letras son puro instinto de supervivencia. Nacimos
solos y moriremos solos. La vida es el lapso entre esas dos soledades. Escribimos
para el olvido, o el exorcismo. Escribimos como quien tiende puentes a la
espera de que el otro recorra el camino desde su propio lado. Por la mera
posibilidad de que esto suceda, aunque nunca sepamos. Te escribo a ti, por
todas esas razones que tú ya sabes y que a veces finges no saber. Por todas
esas razones que se resumen en una. A ti que a veces te sientes como una mera
excusa para mi escritura, pero tú mejor que nadie deberías saber que vida y
escritura son para nosotros como las aguas de un río confundiéndose con las del
mar en la desembocadura. ¿Cómo separarlas?. Escribo aquello que podría decir
con un suspiro, un balbuceo, una carcajada, o una mirada(pero no, no puedo).Escribo
desnudez porque no tengo pudor en la palabra. Escribo amor mientras mi sangre
fluye. Y mientras escribo soy viento, lluvia, mar, tu pelo negro. Escribo para alcanzar esa comunión del sueño cuando me leas.






