Una vez te dije, que cada día te escribiría un poema tonto.....
Y de repente te siento
como un batir de alas negras en el pecho
¿Qué me queda de ti,
sino toda esta piel mojada?
La cuelgo en el tendal
entre mis sábanas blancas
al amparo del sol
y el sonsonete del insecto
Pero al cabo de los días
de nuevo la misma humedad,
el mismo anhelo…
Sólo quiero que estés
Tu rostro,
apoyado en mi almohada
MIRARTE
La noche insostenible
cae
en escamas de luz
Estrellas desmayadas
sobre mi regazo
Tus manos me arrancaron
la piel del corazón
Y ahora,
como cuando era niña
me queda la pulpa
y nada de monda
Y sin embargo,
empeñamos el corazón en esta utopía:
contener el océano entre nuestras manos


