Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


martes, 5 de julio de 2011

TUMBAS


"Caryatid" Amadeo Modigliani




Dormir
Y poner muchos sueños
de distancia
entre el presente
y aquel sueño






De regreso a la tumba
del cuerpo
los girasoles rezan
Los pájaros visten
escarapelas negras
Los niños se disfrazan
de ahorcados

Puedo sentir la humedad
del nicho
En mi espalda
En mis nalgas
En mis talones
Le pido a mis enterradores
un almohadón para la cabeza
No me gustaría ensuciarme el pelo

Ahí junto a mí
hay insectos,
larvas
Futuros moradores de mi carne
Los puedo escuchar
arrastrarse hacia mí
Ávidos
Sus bocas haciéndose agua
Los jugos gástricos
bullendo en conflicto
a la espera del banquete
La descomposición
¡Alto!
(Les advierto)
Primero he de morirme

Esta será mi primera noche sola
en mi tumba
Sin duda me estremeceré
al escuchar el cantar de los lobos
Y temeré que los demás muertos se levanten
a bailar cual espectros bajo la luna
(yo nunca he sido de bailes, ya sabes)
Ni siquiera tengo un ataúd en condiciones
en el que encerrarme
O donde clavar mis uñas
excepto la blanda madera de mi carne

Sólo mi triste tumba de tierra
Tierra en esta boca
(que algún día fue besada)
Tierra entre estos senos
(desfiladero por donde sólo los locos o los bufones se adentraban)
Tierra en la hendidura de mi sexo
(desde allí visionarios se arrojaban al descubrimiento del ardiente núcleo del mundo)
Tierra en la cuenca vacía de mis ojos
que un aciago día me arranqué
para no volverme a mirarte

Nunca supiste entender este gesto

lunes, 4 de julio de 2011

OFELIA




Fotografía: Silvia Camporesi




¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
"El Despertar" Alejandra Pizarnik






Por fin toda ella era mar, con los brazos extendidos, crucificada en las aguas. Dejarse balancear ingrávida, en el maternal regazo de una nube. La sal penetrando por las aletas de su nariz, ardiente y amorosa. Las olas de infinitos dedos, recorriendo su cuerpo, desandándolo. Se siente retornar a su forma de niña. Los pechos se le deshinchan, el sexo se vuelve virgen, el vello cae como hojarasca, aterido. Cada gota doliente de cada una de sus menstruaciones regresa al lugar de partida. Es la lágrima por cada uno de sus hijos no nacidos. 

Debe ser la caída del sol, siente sobre los párpados una presión escarlata. Quizás aquella tarde se postre, definitivamente vencido, para nunca más levantarse. Entretanto aquel mar enjuaga cada uno de los besos, cada una de las caricias, cada uno de los orgasmos(ese instante en el que una le arranca los ojos al cielo, y juega con ellos como dios a los dados). Entiende que ella nunca quiso ser escupida del útero de su madre. Y que se agarró a sus paredes con aquellas uñas blandas, y mordió con sus encías, a falta de dientes. Dentro aun podrían verse las cicatrices. Escrito con letras bien claras un “Ofelia estuvo aquí”. 

La arrojaron a un mundo sin amor. Donde el hecho de inventarse un amor era síntoma de una tara.  Preludio de una locura. Pero siempre caía presa de aquella fascinación de inventarse amores.  Amores en las fauces de una estrella (o en sus cenizas). Amores con los zapatos rotos y los cordones desatados(por lo que al final siempre caminaba descalza. Al único amparo de sus huellas). Amores tejidos de lluvia, y de rocío. Preludios de aquel último amor. El que le había cosido el corazón a balazos. Le tomaba la mano y la aproximaba a su pecho, pidiéndole que extrajera el plomo de sus agujeros. “Cada uno de ellos es la muerte de uno de los dioses antiguos”-le decía. Él se echaba a reír. Aquello la desconcertaba. Ella nunca pudo entender de qué se ríen los hombres. 

Y ahora, semidormida en aquel mar sin nombre, se dice que nunca es necesario entender nada. Que ambos sabían que un corazón cosido a balazos nunca deja de sangrar hacia dentro. Que los proyectiles alojados en la herida son compuertas, y al extraerlos con aquella precisión de cirujano, la herida queda abierta, desnuda. Que nunca mana tanta sangre como de las heridas que nos infligen los tiempos felices….Abre los ojos y ve que el sol continúa alto, impasible. Que estaba errada y apenas habrán transcurrido minutos, y no horas desde que ella se hizo mar, y todavía no es el ocaso. Aquel rubor escarlata, es sólo su propia sangre, que se desliza sobre el agua, y acabará por diluirse. Ella le regala sus venas al océano, y éste las rellena con su milenario plasma acuático. Sabe que cuando él vaya a reconocer su cadáver de dermis espesas, por los centímetros de mar cobijados en cada uno de sus átomos, se preguntará a dónde habrá ido a parar toda aquella belleza, incapaz de reconocerla en aquel cuerpo hinchado. Cuán voluble ante la muerte el cuerpo amado.... Mujeres ahogadas vendrán a despertarlo en la noche de los tiempos, con el rostro de Ofelia. Y perseguirá durante siglos los vestigios de aquella belleza que fue. La buscará en el sexo de las caracolas. En la cosquilla del sol sobre las horas. En la branquia del pez. En los suspiros del coral. Y nunca más hallará descanso ni consuelo. Porque a partir de aquella tarde él también tiene un corazón que sangra hacia dentro, con las heridas que infligen los tiempos felices. Y nadie con la precisión de un cirujano para extraerle las balas….

sábado, 2 de julio de 2011

DIENTES ROTOS

Tengo los dientes rotos
de este amor a puñetazos
Por entre los huecos huérfanos
se me escapan los “te quiero”
me redimen “los te amo”

Mi amor no es de los de retener palabras
Ni suspiros
Ni llantos
Es de descarrilar trenes
Exterminar especies
Arrasar civilizaciones con sus aguas

Es conflicto
y es quimera
Cielo raso
Estrella congelada

Sueño
con las partes pudientes al aire
indefensa
Y cada noche este amor me viola
cuando más tenso está el arco

Sé que si el viene
mi estrella se coagula
para que su lengua se oville en ella
como un gato
Y si lo cree preciso
me arranque los capilares
con sus uñas en gajo de luna

Amor
Pies de barro en los dioses
Agujas quebradas del reloj
Aquelarre de esperma
y carne
De mi mundo la membrana





SOLILOQUIO



El cuadro es de Chagall  

 

A veces lo único que quiero es aislarme en la palabra. Recogerme en ella en posición fetal, y fingir que nunca he conocido mundo y vida más que ella. La palabra es matriz y es tierra. Es órdago, espina, y seno. La columna dorsal del viento. Embrión en la herida. El único modo de amar que siento mío. El tesoro que para ti guardo y que cada día arrojo al mar en el vientre brillante de sucesivas botellas. Mis únicas lágrimas en estos últimos tiempos están dolientes de vocales, de acentos, y silencios. Porque la palabra, como la música, también se compone de silencios. Es aquello que nunca supe que buscaba, y la analítica de cada gota de mi plasma. El arrullo consolador de mis latidos. El veneno exhalado por tus besos. La aspereza y el espesor de tus ausencias. Sin ella ya no hay gozo, ni sexo, ni pálpito. No hay tristeza sin palabra, sólo un infamante vacío del que huyo, y al que sé que ya no pertenezco. Eso a lo que algunos llamarían paz y calma, en mi caso no sería otra cosa que una desoladora nada. Y si hay un miedo sollozando entre mis párpados, es la sospecha de que puede llegar un día en el que calle. O en el que tú ya no estés….

viernes, 1 de julio de 2011

SALMODIA EN DOS POEMAS


POEMA ESCRITO CON LÁPIZ AZUL (LAPISLÁZULI)


En la curva celeste de tu risa
solapado
un verso


Imagen: "Danae" Gustav Klimt




FENÓMENOS ATMOSFÉRICOS

Tu voz es como lluvia
Cuando hablas
Cuando recitas
Palabras erectas
que mojan
Que empapan
Violadoras de Danae,
colman mi caudal interior
Acoplo mi oreja
al sonido,
pero sólo adhiero el eco,
la tragedia,
el envés
de aquello que alguna vez fue dicho


Tu tacto es como viento
Cuando deslizas
Cuando besas
Vello que se eriza
Estremecimiento
Rio Lethes
donde toda caricia anterior
naufraga,
alza las manos,
pide socorro,
antes de ser sepultada
Coses a mi carne nuevas huellas
Una canción de estrellas salpicadas
Corono tu cintura con mi abrazo
y ya no estás
No hay jaula donde viento alguno permanezca


Tu ser es como niebla
Cuando te pienso
Cuando te sueño
Todo se desdibuja
más allá de tu rostro,
de tu boca,
de esa luz que muere en tus ojos
O que nace…
Aureola del fenix
Extiendo mi mano
Para tocarte
Para sentirte
Para tomarte
Y sólo atrapo un enjambre de nada

jueves, 30 de junio de 2011

ESTERILIDAD EN LA PALABRA




Imagen: "Lirios" Vicent Van Gogh



Pongo la mano en torno al cuello
blanco, apetitoso
Presiono
Se curvan los labios en gemidos
Su latido arremete entre mis dedos
Excitados

Tenso la mano en torno al cuello
inflamado, sudoroso
Aprieto
Se ahuecan los labios en sollozos
Su latido se desboca entre mis dedos
Histéricos

Endurezco la mano en torno al cuello
asustado, lloroso
Estrangulo
Se vacían los labios en silencio
Su latido enmudece entre mis dedos
Asesinos

La cabeza cae a un lado
Los cabellos se descuelgan
Lirio de tallo quebrado
Estéril
Desdentada
La palabra





miércoles, 29 de junio de 2011

MOLDES


Reniego del pudor de mi madre
que soñó un cuerpo virgen para su hija
De aquellos que abominan las formas femeninas
De aquellos que postulan mujeres
como rectas
perpendiculares
de curvas constreñidas en la cruz del propio cuerpo

Renuncio a unos vaqueros
de la talla treinta y cuatro
(occidentales sucedáneos del burka)
A rellenar con el cemento del botox
los surcos que maceren mis sonrisas,
las arrugas que bailen en torno a mis ojos
en el espasmo milagroso de mirarte

Renuncio a los vomitorios
y a la arcada
A los senos turgentes e ingrávidos
momificados a la caricia
y a la succión

Me niego a que se castigue en mi cuerpo
el pecado de Eva
A convertirme en una mera costilla
ornamentada
y bonita

Te pido
que dibujes un mapa de mí
a besos
Sin omitir lunares ni estrías
la llanura celulítica
la sabana húmeda de mi ensortijado vello
Que investigues fragancias
Que pronuncies sabores
sudores
melancolías
Que inventes un orgasmo
para cada una de mis vergüenzas

Que sostengas esta voluntad
que a veces hace aguas
frente a ese ejército de imágenes publicitarias
y glúteos esculpidos con cincel
por cirujanos con el pulso de Miguel Ángel

Así, año tras año
continuar
con la cabeza bien alta
sintiéndome  cuerpo
y no un molde